Todo sobre cómo decorar tu hogar para la primavera y el verano: colores, tejidos, elementos decorativos…

Una de las claves para decorar nuestra casa en primavera es elegir tonalidades claras, cálidas o terrosas que nos recuerden a la naturaleza en general. Dependiendo de la intensidad que quieras darle a tu vivienda serán preferibles unos u otros colores.  

Si tu intención es añadirle un toque veraniego y rústico a tu hogar, te recomendamos el color terracota que en combinación con el verde oliva o verde oscuro ¡Es ideal!   

Por otro lado, el color que, por excelencia, nos evoca al mar y al cielo de verano es el azul en todas sus variantes. Es perfecto para transmitir frescura y, al mismo tiempo, elegancia.  

¡Aunque los claros no fallan! Si quieres conseguir una decoración de hogar más clara, el beige o los marrones claros son el acompañante perfecto para combinar con tonos más intensos como el amarillo mostaza o los naranjas oscuros, para aportar más vitalidad, calidez, pero sobre todo equilibrio. 

El truco está en avivar el tono de la estancia con el color deseado, pero siempre buscando el equilibrio con otras tonalidades.  

Si eres de las personas que se atreve con los estampados, nunca pasan de moda los motivos florales, tropicales o ‘jungle’, la connotación marinera, desde las rayas azules y blancas, estrellas de mar, caracolas, arena… Y hay quien se atreve con aquellos de frutas de temporada, ¿por qué no? Este, por ejemplo, podría ser una gran idea para los textiles de la cocina. 

Y aunque menos llamativos por sus colores, pero igualmente muy relacionados con la primavera y el verano, están los estampados étnicos.  

Los textiles de verano responden a unas características muy concretas en cuanto a su composición, siendo las fibras naturales las más predominantes, ya que resultan más ligeras y transpirables además de biodegradables y reciclables. Los dos tejidos por excelencia son el algodón y el lino.  

Este último nos resulta muy agradable al tacto, es resistente, aporta ese aire rústico que tanto buscamos en nuestra decoración de hogar con connotaciones vacacionales y se puede elegir tanto para sábanas como para cortinas, plaids, cojines y tapicerías. 

Para aprovechar las horas de la luz que empezamos a tener desde la primavera, es ideal cambiar las tupidas cortinas de invierno por unas más ligeras. La idea es que tamicen la luz, evitando la entrada directa del sol y dejando entrever el paisaje a través de ellas, pero a su vez que nos protejan de las miradas del exterior.  

Sucede lo mismo con las alfombras, debemos cambiar las que decoran nuestro salón y habitaciones de pelo largo y que tanto nos sirven durante el invierno, por unas más frescas y livianas. Las de yute son resistentes, estéticas y le dan mucha personalidad a cualquier estancia.  

Los jarrones de cristal o cerámica, velas, las cestas de mimbre, los elementos de decoración de madera y los de motivos marinos acabaran de darle el toque final, primaveral, rústico y natural a tu vivienda.  

Cambiar las toallas a colores claros y los manteles de mesa también te ayudarán a crear la sensación de un espacio primaveral y veraniego. 

Y, como ya sabéis, incluir plantas y flores en tus espacios llenaran de vida cualquier rincón y nos conectan con la naturaleza, mientras que las flores (margaritas, peonías, girasoles…) aportan color, además de frescura. Puedes elegir plantas de interior que no requieran demasiados cuidados como el cactus, o nuestras favoritas, la monstera y la strelitzia.  

Estamos seguros de que, con estos tips, decorar tu hogar para la primavera y el verano se convertirá en una tarea emocionante y creativa. Existen muchas maneras de darle a tu hogar un aspecto fresco y veraniego, utilizando colores adecuados, tejidos ligeros, elementos decorativos naturales y detalles cuidadosamente seleccionados. Encuentra la que se adapte mejor a tus recursos y gustos.