Un salón abierto a la cocina y mucho más…
Carlos III, Barcelona
Un espacio con una decoración funcional y acogedora
Un espacio con una decoración funcional y acogedora
Los propietarios buscaban por la zona una vivienda más grande y después de visitar diferentes opciones, finalmente se decidieron por ésta que reformaron íntegramente para adecuarla a una familia con 3 hijos. En dicha búsqueda ya participó Eva Mesa, co-propietaria del estudio de interiorismo de Barcelona Tinda’s Project, quienes se encargaron de la obra y el interiorismo. De la vivienda originaria, muy compartimentada y para nada ajustable a las necesidades familiares, prácticamente no queda nada. El dúplex resultante, de casi 150 metros cuadrados, ofrece lo que los propietarios querían: más espacio y ambientes abiertos. Es en la planta principal donde...Ver más
Los propietarios buscaban por la zona una vivienda más grande y después de visitar diferentes opciones, finalmente se decidieron por ésta que reformaron íntegramente para adecuarla a una familia con 3 hijos. En dicha búsqueda ya participó Eva Mesa, co-propietaria del estudio de interiorismo de Barcelona Tinda’s Project, quienes se encargaron de la obra y el interiorismo.
De la vivienda originaria, muy compartimentada y para nada ajustable a las necesidades familiares, prácticamente no queda nada. El dúplex resultante, de casi 150 metros cuadrados, ofrece lo que los propietarios querían: más espacio y ambientes abiertos. Es en la planta principal donde más se evidencia esta petición con el salón abierto a la cocina porque “decidimos conectar visualmente la parte de delante con la de atrás, sobre todo para tener mucha más luminosidad en aquellos ambientes básicos de la vivienda: salón, cocina y comedor”, explica Eva Mesa.
Estilo fresco y funcional para una familia con niños
Salta a la vista la elección de un estilo decorativo “fresco y muy funcional, sin excesos y de acabados sencillos”, muy propio de una familia con niños pequeños que busca, ante todo, sentirse cómodos en su día a día. Además, muchas de las pertenencias a efectos de mobiliario de la anterior vivienda se reubicaron en ésta.
La propietaria trabajó codo con codo con Tinda’s Project transmitiendo cada uno de sus deseos e incluso implementando de forma personal algunos detalles decorativos como, por ejemplo, las pinturas murales de colores de los dormitorios infantiles. De hecho, y hablando de colores, hay uno en concreto que salta a la vista en diferentes estancias, haciendo de hilo conductor estético y potenciando esas connotaciones de frescura, serenidad y alegría. Se trata del verde aguamarina que le gusta mucho a la dueña y que se aplica con tonalidades distintas según el espacio.
DISTRIBUCIÓN POR PLANTAS
Planta principal (101 m2)
Nada más entrar en la vivienda, ya se visualiza una atmósfera abierta y luminosa, protagonizada por el salón abierto a la cocina y donde la distribución de los diferentes elementos marca de forma perfectamente definida el límite de cada estancia. Tal es así que, aunque se ha prescindido de encorsetar entre paredes el recibidor como tal, claramente éste tiene su propio espacio, junto a un armario con puerta corredera vista, ideal para dejar las chaquetas al llegar.
En el salón, situado junto a unas enormes cristaleras que facilitan la entrada de luz, destaca el gran sofá en forma de L complementado con varias mesitas auxiliares y un puf como asiento extra que, a su vez, parece cerrar visualmente el cuadrado creado para este primer ambiente. El segundo se sitúa muy cerca, protagonizado por un clásico sofá chester que destaca apoyado en una pared pintada de color verde aguamarina como punto focal. Y entre ambos ambientes se ha colocado, junto a uno de los pilares maestros, el equipo de televisión en una solución de obra diseñada ex profeso por Tinda’s Project. La idea es que haga de elemento separador respecto a la cocina.
La cocina se distribuye en un frontal que acoge los principales electrodomésticos integrados y, además, cuenta con una isla central que incluye la zona de aguas, de cocción con campana extractora integrada en el techo y una amplia superficie de trabajo. Y en el otro extremo de la isla se ha creado una barra de desayunos y comidas informales equipada con varios taburetes altos. Cabe destacar que el pavimento de la cocina se diferencia del resto de la casa -un parquet sintético- porque se ha elegido en un mosaico hidráulico moderno. Esta mezcla de acabados se complementa con otros dos detalles como la textura industrial del ladrillo visto pintado de blanco de la pared de la zona de paso de enfrente y, de nuevo, el color aguamarina para destacar el hueco que queda entre los muebles de la cocina.
El tercer ambiente abierto que conforma esta planta principal del dúplex es el comedor y se ubica en el otro extremo, con entrada de luz natural gracias a un pequeño balcón. El equipamiento es sencillo y funcional y consta de una gran mesa para ocho comensales y un mueble bajo aparador con varios estantes en la parte superior y que se apoya en una pared que, una vez más, ha buscado destacarse con el color que tanto le gusta a la propietaria. Se diseñó a medida la mesa del comedor que cuenta con una zona de asientos en forma de banco, muy práctica con niños, y que se apoya en el murete de la escalera que da acceso al piso inferior.
Junto al comedor se encuentra la suite con el baño integrado. De líneas sencillas, para la pared del cabecero se optó por el tono aguamarina muy suave para potenciar las connotaciones relajantes que desprende, tan necesarias para el descanso. Junto a una de las mesitas de noche, y aprovechando un hueco, se diseñó unas baldas a medida para libros. El acceso al baño -dotado de ducha y doble lavabo- es abierto y solo la zona del inodoro tiene puerta. La parte de los armarios, situada a los pies de la cama, tiene su continuidad dentro del baño, con los mismos acabados de madera lacada y espejo.
Esta planta se complementa con un aseo de cortesía en suaves tonos amarillos y la zona de lavandería, ambos frente a la cocina.
Planta inferior (43 m2)
El acceso a la planta inferior del dúplex se realiza por una escalera diseñada y proyectada por Tinda’s Project. El objetivo era que no afectara a la estructura y, sobre todo, que robara el menor espacio posible. Su línea moderna destaca por el acabado industrial que desprende gracias a la pintura especial metalizada que recubre los peldaños.
Toda esta planta está destinada exclusivamente para los tres hijos de la familia. Un pasillo en forma de L articula la distribución de los tres dormitorios infantiles ubicados junto a la parte de la fachada para que todos tengan su respectiva entrada de luz natural. El mobiliario, predominantemente blanco, aunque diferente en cada habitación, consta básicamente de cama, armario, escritorio y estanterías. La nota de color la ponen los textiles de la cama, los cojines y los divertidos detalles decorativos de las paredes, realizados a mano por la propietaria.
Además, en esta planta hay dos baños, situados uno junto al otro; uno con lavabo simple e inodoro y el otro con doble lavabo y ducha, de forma que en la práctica diaria se complementan. Como corresponde a sus usuarios, se ha buscado una estética sencilla con elementos en blanco y algunos toques puntuales decorativos como el color aguamarina claro de la pared y un original cuadro infantil.
CLAVES DEL INTERIORISMO
Salta a la vista la estratégica distribución del dúplex, destinando la planta inferior completamente al uso y disfrute de los niños. Este hecho, distanciándolos de la zona más social, también facilita su descanso, así como las horas de estudio. No obstante, el estilo decorativo de ambas plantas está coordinado y combina los mismos acabados, detalles y materiales.
De dicho estilo destaca especialmente el uso del color en prácticamente todas las estancias, en línea con la atmósfera alegre, fresca y funcional que siempre se vincula a una casa con niños y, en este caso, además, teniendo en cuenta la afición de la propietaria por la pintura, tal como demuestran muchos detalles de la vivienda, así como los lienzos que decoran el salón.
En cuanto a la planta principal presidida por el salón abierto a la cocina, es importante reseñar el acertado planteamiento de abrirla de extremo a extremo para facilitar el paso de la luz natural, tal como demuestra el hecho de que la cocina, pese a estar en el centro de la planta, presume de una gran claridad. También se hizo para potenciar unos espacios sociales abiertos, tal como deseaban los dueños, pudiendo disfrutar de diferentes usos, pero, a la vez, estar conectados visualmente. Además, el recorrido entre estos tres ambientes resulta dinámico y agradable gracias a las dimensiones de la planta y a la estudiada distribución que planteó Tinda’s Project.
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