Un deco-capricho saludable en forma de bañera exenta

En general, si te paras a pensar en sumergirte en una bañera, se despiertan esas infinitas y agradables sensaciones ambientales que siempre las envuelven, como música relajante, aroma de velas, luz tenue, el tacto de la espuma… Y debes saber que en una bañera exenta esas connotaciones se incrementan porque lleva más implícito el concepto de spa que siempre se asocia a estos momentos de bienestar personal.

Por todo ello, es cierto que las bañeras exentas se relacionan con una imagen de lujo y exclusividad, pero también porque roban el protagonismo a cualquier otro de los elementos del baño, alcanzando casi un valor escultórico en este sentido.

Por su carácter exento, lo habitual es situarlas en una parte del baño que permita que puedas acceder a ella desde cualquier lado, por eso se dice que son como una isla; de ahí que se agradezca tener metros cuadrados disponibles. Hay proyectos de interiorismo que la sitúan justo enmedio, realzando más aún su papel. Si se trata de una obra nueva o de reforma integral, siempre será más fácil el tema de la ubicación, sobre todo porque hay que tener en cuenta las tomas de agua.

Otra idea es situar la bañera exenta junto a la pared o la ventana, pero no pegada, de forma que deja más libre el resto del espacio, sin que por ello pierda su condición estética de pieza suelta.

Además, hay que pensar en la instalación de la grifería. Las opciones son los modelos altos y de suelo para las que están más centradas, y los modelos murales si la bañera se coloca junto a la pared. Y esto hay que tenerlo en cuenta antes de nada.

A todos nos viene a la mente la típica bañera antigua, con patas, que vemos en las películas de antes y, de hecho, ese es su origen. Tal es así que la mayoría de marcas ofrecen algunos modelos de bañeras exentas de estas características para quien busca un estilo más clásico.

Destacan por su elegancia, aportan un toque romántico al espacio y tienen mucho encanto. Para que resulten más auténticas si cabe, se pueden elegir en hierro fundido que, además, ayuda a mantener mejor la temperatura del agua. Sin duda, el aire retro o vintage está asegurado potenciándolo, si se quiere, con materiales, acabados y colores combinados tanto en el vaso como en las patas.

Pero la evolución del diseño llevó a que las bañeras exentas ofrecieran también una línea más contemporánea para las viviendas modernas. En este sentido, se juega con formas ergonómicas tanto cuadradas como ovaladas, siempre con líneas depuradas muy simples, pero perfectamente estudiadas.

Son muchos los diseñadores internacionales de prestigio que colaboran con las principales marcas del sector para ofrecer sus proyectos en forma de bañeras exentas de estilo minimalista, incluso algunas son bañeras sin juntas, apostando por los materiales más innovadores que garantizan acabados de calidad, de fácil mantenimiento y total seguridad, por no hablar de dotarlas de equipamientos extra como el hidromasaje.

Es fundamental que la bañera, por más elemento protagonista que sea, se integre en el conjunto de piezas del baño respetando la estética general. Los materiales y tonos de los revestimientos, pavimentos, mobiliario y accesorios deben estar perfectamente integrados en el interiorismo del espacio, sea cual sea el estilo que se ha decidido.

Sí que es cierto que, considerándola como la pieza clave, la bañera exenta será la que condicionará la distribución en el baño, pero siempre mantendrá ese foco visual. ¿Cómo? Hay muchas opciones. Por ejemplo, el suelo de la zona de la bañera se puede delimitar con un tipo de pavimento distinto al resto o se la puede aislar mediante una mampara fija o corredera o colocarla sobre un pedestal para incrementar su poderío estético.

Otra cosa fundamental es que dada su condición formal, la bañera exenta siempre va a necesitar de algún punto de apoyo a efectos prácticos para tener a mano la toalla, el jabón, la esponja o cualquier otro accesorio. En este sentido, se hacen imprescindibles los pequeños muebles auxiliares tipo mesita, taburete o, en el mejor de los casos, las bandejas diseñadas ex profeso para este tipo de bañeras.

También se pueden crear piezas a medida para este fin aprovechando el mueble del lavabo que está cerca de la bañera colocando unas baldas o diseñar una hornacina de obra en la misma pared. Esto forma parte del trabajo que desempeña el interiorista, siempre buscando la mejor solución para cada proyecto.