Las mejores ideas para decorar las paredes
Desde tiempos inmemoriales, las paredes de un espacio han servido de lienzo en blanco de dibujos, anotaciones, etc., algunas con fines informativos y otras meramente decorativos. Y esto ha sido así desde la época de las cavernas prehistóricas. Hoy en día, lo de la consideración de ‘lienzo en blanco’ se mantiene totalmente, convirtiendo a las paredes en uno de los sujetos más importantes de un espacio, en este caso, por las posibilidades decorativas que ofrece, además de las de dividir estancias.
En todo proyecto de interiorismo hay que tener en cuenta las paredes. Partiendo de su naturaleza constructiva que invita a presentarse con diferentes acabados, muchos de los cuales podríamos decir que ya actúan como elemento decorativo en sí mismo. Por ejemplo, serviría una pared de piedra en un salón. Pero el tema de este post vamos a centrarlo en esa decoración sobrepuesta a la pared y que todavía da mucho más juego por la infinidad de elementos que podemos utilizar.
El recurso tradicional de decorar paredes: los cuadros
Efectivamente, es el elemento decorativo por excelencia que se utiliza para decorar una pared. A partir de ahí, el abanico de opciones que éstos presentan no tiene límite, empezando por el tipo de imagen y que suele ir al gusto del propietario de la vivienda. Lienzos, láminas, fotografías, de acuarela, con relieve, texturas… con o sin marco, combinando bodegones de diferentes tamaños, solo uno, etc. Es recomendable tratar de buscarle cierta relación con el espacio. Sobra decir que el tamaño del cuadro ha de ir en proporción con la pared y el resto de elementos de la estancia, pero también es importante buscarle un hilo conductor con el ambiente cromático general.
Otra idea que aporta Eva Mesa, interiorista y co-fundadora del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project, es que dentro de ese vínculo estético ambiental también se juegue con la finalidad del espacio. Así, si tenemos una estancia que dedicamos a hacer yoga, por ejemplo, queda muy bien decorar alguna de sus paredes con un cuadro que remarque esta temática. Lo mismo podría suceder en un baño, eligiendo cuadros con imágenes refrescantes, donde predomine el agua.
Otra idea que también es muy válida para ese enlace ambiental es que si el espacio es de los niños, la temática de los cuadros resulte también con motivos infantiles para que ellos lo identifiquen mejor y se sientan más a gusto.
Los espejos decoran las paredes y amplían los espacios
Otro elemento decorativo de gran tradición para decorar las paredes son los espejos. Y sucede lo mismo que con los cuadros: las posibilidades de acabados, formas, colores, diseños, etc. no tiene fin, llegando incluso a poderse personalizar con el servicio de un cristalero si realmente te encaprichas de algún diseño que no encuentras en ninguna tienda o que tengas entre ceja y ceja a partir de una inspiración. El marco del espejo juega un papel clave a la hora de integrarlo en la decoración, aunque también se puede optar por los ‘espejos volados’ que prescinden de ellos y resultan más fáciles de que queden bien en cualquier estilo.
La otra ventaja sumamente atractiva de los espejos es que, además de decorar, consiguen ampliar visualmente los espacios gracias al reflejo. Por eso son especialmente recomendables en estancias de dimensiones reducidas. Hay incluso quien opta por cubrir toda la pared con un espejo cuando se quiere realmente potenciar este efecto. Y por si te apetece leer más sobre este tema, accede a este post: decorar con espejos para reflejar tu personalidad.
Ideas para decorar las paredes infantiles
Hablando de niños, es precisamente en sus estancias donde la decoración de las paredes juega todavía más si cabe un papel clave, como potenciador de la actividad visual. Lo más habitual es que se llenen de colorido con infinidad de opciones, ya sean cuadros o fotografías infantiles, dibujos pintados por ellos mismos, divertidos vinilos, recortes de cromos, etc. e incluso se puede optar porque la propia pared haga de elemento decorativo solo jugando con la pintura. Se puede recurrir a la sencilla idea de pintarla de un color o atreverse con algunos dibujos o formas dinámicas en colores que despierten su imaginación. Y, como no, los papeles pintados con motivos infantiles son siempre una apuesta segura!
Y aunque no se trate de un elemento como tal para decorar, una pared también puede incorporar una estantería que, a la vez que hace su función de almacenaje, también resulte bonita. En el caso de un dormitorio infantil, suelen resultar indispensables, sobre todo en la zona de estudio, situándolas a la altura de los peques de la casa y llenándolas tanto de libros, como también de juguetes u otras piezas meramente decorativas.
Decorar las paredes con elementos prácticos
Siguiendo con la idea de combinar decoración y funcionalidad en una pared, además de las estanterías, hay otros elementos para la casa a los que podemos recurrir. Un perchero sería otro caso similar. Claro que hay que tener especial cuidado en tenerlo siempre ordenado porque si no podría causar un efecto negativo estéticamente y eso no nos interesa, ¿verdad? Como las estanterías, puedes encontrar muchos modelos de percheros y has de procurar que vaya en línea con el estilo decorativo de la casa.
¿Y qué nos decís de la iluminación? También presume de un doble papel ‘deco-práctico’, sobre todo si hablamos de los apliques o las lámpara de pared. Puedes colocarlos solos o combinados con un cuadro u otras opciones murales, todo dependerá del diseño del aplique: si es sencillo, mézclalo; si no, deja que todo el protagonismo de esa pared se lo lleve esa pieza que enmarca el haz de luz. Eso cuando llega la noche, porque durante el día, la lámpara lucirá con todo el esplendor de su diseño.
Piezas muy personales para decorar tus paredes
Y entre las ideas que más nos gustan para decorar las paredes, están esos elementos especiales, que solo vas a encontrar en esa casa y que responden a un valor personal de sus propietarios. En este sentido, es fácil recurrir a elementos procedentes de algún viaje o que sean de herencia familiar y es habitual darles un lugar preferente en alguna estancia importante de la casa. Además, no suelen compartir la pared con ninguna otra pieza mural para resaltar más aún ese valor tan especial que tiene.
En definitiva, decorar las paredes no deja de ser un ejercicio bastante personal al que hay que dedicarle la parte final del proyecto de interiorismo y, podemos afirmar, que en muchas ocasiones, es una tarea que dejamos incluso para cuando ya estamos habitando esas estancias porque es cuando realmente le encontramos el significado a la elección de la pieza en cuestión.
Todas las imágenes que ilustran este post corresponden a proyecto del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project (©Mercè Gost).