Un proyecto de ambientación que resultó perfecto
La celebración de los 25 años de Eva Mesa como interiorista fue, en sus propias palabras, “una reunión de clientes convertidos en amigos”. Tampoco faltó algún proveedor de toda la vida y la prensa. Y para disfrute de todos se contó con un delicioso servicio de catering, de pie, “para poder hablar y compartir con todo el mundo”, amenizado por música en directo.
La ambientación creada a partir de un estudiado proyecto de iluminación potenció, más si cabe, ese lugar ameno y confortable de reunión que deseaba la anfitriona y que contó con un espectáculo extra: las emblemáticas fuentes de Montjuïc, situadas a escasos metros del Pabellón, y que inauguraban temporada precisamente esa noche.
Balance de Eva Mesa: “Seguir disfrutando de lo que hago”
Eva Mesa no podía ocultar su satisfacción ante “el feeling que se creó entre los asistentes, el ambiente alegre y distendido y la sensación de que todo el mundo estaba a gusto, como en casa, compartiendo un momento de alegría. Me sentí muy querida”, confiesa con emoción.
Un feliz balance el de esta celebración y la acogida que ha tenido para quien reconoce vivir de una profesión que no considera un trabajo, sino una forma de vida. Tras estos 25 años, Eva Mesa confiesa que sigue haciendo lo que más le gusta y espera en los años que van a venir “seguir tal como hasta ahora, porque mi profesión nunca la he sentido como tal, si no como una forma de vivir el día a día y disfrutar de lo que hago”.
Mies Van der Rohe y Eduardo Chillida como referentes
En el recuerdo sentimental y gráfico de esta celebración, a la interiorista siempre le quedará el placer de haberla podido enmarcar en un escenario tan especial para ella como es el Pabellón Mies Van der Rohe. “Me gusta lo que transmite, la forma del volumen, la geometría… Es un referente en arquitectura y desde que era estudiante ya me atraía. Es un lugar al que siempre vuelvo para observarlo”, confiesa.
Y otro referente que ha marcado su vida profesional es el escultor vasco Eduardo Chillida, de cuya obra se considera admiradora incondicional. Tal es así que Eva Mesa, a partir de uno de los proyectos previstos de éste en la Montaña Mágica de Tindaya, en Fuerteventura, cuando buscaba nombre para su
estudio de interiorismo, decidió elegir cierta nomenclatura relacionada. Optó por acortar el nombre de Tindaya y crear el apelativo compuesto de Tinta’s Project.
Fotografías: © Mariana Rodrigues