Entrevista a Eva Mesa, interiorista y co-fundadora del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project
Estos días se cumple un año del inicio del Estado de Alarma en España y el consecuente confinamiento domiciliario por culpa de la aparición de un virus que cambió nuestras vidas y que, aún hoy, las sigue condicionando con ciertas limitaciones. Posiblemente la experiencia que más nos ha marcado de esta situación fue la obligación de encerrarnos, sin poder salir y convertir las casas en nuestro único y verdadero universo vital. Así, de un día para otro y sin saber durante cuánto tiempo.
«Nuestras casas se tuvieron que reinventar»
Esto supuso poner en valor nuestro hábitat las 24 horas del día y, quien más y quien menos, ha variado la visión de su entorno doméstico y, en el mejor de los casos y según las posibilidades, también ha cambiado algunas estancias en forma de pequeñas reformas. Han sido y son grandes tiempos para el interiorismo, tal como explica Eva Mesa, co-fundadora del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project.
- ¿Cómo vivisteis desde Tinda’s Project esta situación?
Pasamos a trabajar desde casa y a estar más unidos que nunca como equipo. Nos dedicamos a diseñar a tope, ya que nuestra creatividad era un hervidero de ideas; supongo que era una forma de estar entretenidos y no pensar demasiado en lo que sucedía alrededor nuestro. Aprovechamos para estructurar los trabajos y plantear nuevos sistemas organizativos, de comunicación, hacer cursos, etc. La verdad es que nos faltó tiempo para todo lo que queríamos hacer.
Además, el departamento de contabilidad cambió los ordenadores por las máquinas de coser y en ese momento tan necesario hizo más de 1.000 mascarillas para donar. Vamos, que hicimos de todo!
- El confinamiento representó una situación jamás experimentada anteriormente, convirtiendo la casa en el escenario multifuncional de nuestras vidas. ¿Crees que estaban preparadas para algo así?
Creo que se tuvieron que reinventar: espacios de trabajos donde no los había, los balcones y salidas al exterior se convirtieron en algo imprescindible, lugares donde desinfectar al entrar en casa, etc. Creo que todas las estancias cambiaron porque la necesidad obligaba a ello.
- ¿Qué estancias ‘sufrieron’ más este nuevo estilo de vida forzoso?
Los salones y comedores, dado que se compartía zona de estar con zona de trabajo donde se hacían también videoconferencias, se practicaba deporte, teníamos a los niños estudiando… Los salones y los comedores siempre han sido el centro de la vivienda, pero en ese momento aún lo fueron más.
- Con la imposición del teletrabajo, se hizo necesario habilitar una zona para ello en casa y que generalmente ya se ha quedado. ¿Qué consejos das para este espacio de trabajo, teniendo en cuenta, además, que en muchos casos se ha debido integrar en otras estancias?
Que sobre todo sea un espacio ordenado y que permita cerrarse o dejarse un poco fuera de las zonas comunes, si es posible. Hay que conseguir separar trabajo de zona familiar. El trabajo es importante para la familia aún más.
- ¿Qué otros espacios en casa se han creado nuevos a raíz del confinamiento, ya sea por obligación, necesidad o comodidad?
Cocinas, recibidores y se han rediseñado muchos armarios y vestidores.
- Un año después, ¿cuál crees que es la lección que las personas hemos aprendido de esta experiencia del confinamiento con relación a nuestras casas?
Que las casas son nuestro lugar seguro, nuestro espacio para respirar y sentirnos a salvo y unidos a nuestra familia.
«Las reformas ahora son de zonas más puntuales»
Tinda’s Project, como empresa de interiorismo, ha podido ‘tomarle el pulso’ en primera línea a esta nueva conceptualización de las viviendas post-confinamiento. ¿Puedes confirmar que las reformas se han disparado?
No creo que las reformas se hayan disparado sino que han cambiado. Las reformas que se realizan ahora son de zonas más puntuales en lugar de generales.
¿A qué crees que es debido cuando en realidad el confinamiento se trató de una situación temporal que ya pasó?
A que hemos pasado tanto tiempo dentro de nuestras casas que nos hemos dado cuenta de lo que nos ha faltado y nos gustaría tener.
- ¿Cuáles son las principales demandas que recibe el estudio para reformar su casa?
De todo tipo, desde salones a viviendas completas. Sí que hay que destacar que la principal demanda se centra en una mayor amplitud de los espacios, especialmente los salones, que sean más luminosos también, porque es donde se pasa más tiempo cuando estás en casa. Se ha vuelto al concepto ‘mesa de comedor’ porque han descubierto que durante el confinamiento se usó mucho y para muchas tareas y ahora lo hacen también durante los fines de semana.
En los baños también nos piden que resulten amplios y, sobre todo, con duchas más grandes. Otra petición son los armarios y zonas de almacenaje, ya que durante el confinamiento la gente aprovechó para hacer limpieza y ordenar la casa.
En cuanto a las cocinas, nos piden mucho un concepto que en Tinda’s Project ya implementamos habitualmente en nuestros proyectos y son las cocinas abiertas, con posibilidad de añadir alguna isla y que ésta incluya una zona extra de estar más informal, con taburetes, con la idea de compartir momentos en este espacio.
- La falta de metros cuadrados muchas veces representa un auténtico tetris para los profesionales del interiorismo a la hora de implementar estas reformas. ¿En qué aspectos centráis este trabajo?
Ciertamente el objetivo se centra en conseguir metros donde no hay. ¿Cómo? Una manera es ganarlos de esos espacios perdidos que siempre hay en las casas, aprovechando rincones y añadirlos a las estancias para ganar funcionalidad.
- Y ya por último, ¿qué claves han de cumplir las casas de la era post-Covid?
Deben de ser abiertas, luminosas, con espacios de trabajo o estudio y, sobre todo, acogedoras.
Todas las imágenes de viviendas que ilustran la entrevista corresponden con proyectos del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project. ©Mercè Gost