El potencial decorativo de los papeles pintados

Ya es bien cierto eso que dicen que “todo vuelve”, en alusión a las tendencias, ya sea de moda, de decoración, etc. Porque los que tenemos cierta edad recordamos las paredes empapeladas de la casa de nuestros padres, abuelos o tíos, ¿verdad? Una sensación nostálgica anclada en la memoria colectiva, una imagen -la de aquellos papeles de antaño- que ahora recuerdas casi con espanto estético.

Pero quién iba a decirnos que, con el paso del tiempo, las paredes volverían a cubrirse de papeles… Este recurso decorativo herencia de otras generaciones volvió un día para quedarse, dispuesto a ofrecerse como una propuesta clave en la decoración de interiores: renovada, fresca, actual, arriesgada, práctica e irresistible.

Hoy en día, podría decirse que cualquier proyecto de interiorismo incluye cubrir alguna pared con papeles pintados. El profesional sabe muy bien de antemano que el resultado le va a encantar al cliente. Pero para ello ha de estudiar previamente los gustos de éste, el estilo decorativo de la estancia, el resto de elementos que habrá y el objetivo visual que se busca.

En este sentido, el/la interiorista aporta ese plus de conocimientos que le permiten garantizar dicho resultado, por ejemplo, recomendando solo empapelar una pared para no sobrecargar visualmente y preferiblemente elegir aquella en la que incida la luz, ya sea natural o artificial para realzar su poder estético. Entre las claves del diseño de interiores para recibidores ésta podría ser una de ellas. En los dormitorios o suites, por poner otro ejemplo, se elige mucho la pared principal, sobre todo si te planteas la disyuntiva de ‘Cabeceros de cama, ¿sí o no?’

Entre otros consejos importantes destaca el hecho de ‘aprovecharnos’ de lo que puede aportar el papel pintado si queremos que la estancia parezca más grande de lo que es, por ejemplo, en salones pequeños. En estos casos, hay que elegir un tono claro de papel o uno con estampado de espiga hacia arriba. También las rayas verticales generan un gran efecto ‘ascendente’ que agranda visualmente el espacio.

Puede suceder que la idea del papel pintado responda al deseo de darle un aire nuevo a una estancia simplemente, porque has montado el dormitorio del bebé que está en camino, porque has cambiado todos los muebles del salón o sencillamente porque quieres tapar unas imperfecciones de la pared. Es una forma fácil y asequible de renovar el espacio con unos resultados que realmente sorprenden por su atractivo estético.

En estos casos se suele recurrir al ‘do it yourself’ porque, precisamente el papel es un recurso decorativo muy dado a esto por su sencillez, limpieza y rápida instalación. Aun así, hay que consultar siempre al vendedor todas las dudas que tengamos de medidas, instalación, limpieza, etc. y plantearle cuáles son nuestras necesidades para obtener un buen resultado final.

Y si eres un/a manitas, también puedes atreverte con otra de las posibilidades que ofrece el papel pintado, más allá de las paredes. También puedes utilizarlo para forrar algún mueble de base plana o incluso puedes combinarlo con otros acabados, como pintura, madera o tapizados.

No está de más recordar que actualmente no hay estancia en la que no se pueda colocar un papel pintado, ya que la calidad de este producto ha mejorado hasta tal punto que ni agentes como la humedad o la grasa propias de baños y cocinas representan un problema. Estamos hablando de papeles de materiales sintéticos, no porosos y altamente resistentes que, además, en general representan un mantenimiento sencillo con un simple paño húmedo.

La calidad de los actuales papeles murales, además de en los componentes del propio material, también se encuentra en la parte estética gracias a las innovadoras técnicas que permiten hacer diseños y estampados que la pintura no permite. La impresión digital ha aportado mucho, incluyendo también propuestas de diseños de serigrafía, otros con texturas y relieves, dibujos originales antiguos o grandes fotografías conocidas como foto-murales.

Incluso, hay veces que el diseño de un mármol, ladrillo, madera o piedra se muestra tan real que cuesta diferenciar si es papel o un revestimiento del propio material. Concretamente, y obre la piedra, si tu idea es recurrir al material real, no te pierdas nuestro post sobre Cómo decorar tu salón con una pared de piedra.

No podemos olvidarnos que el papel pintado es un recurso estético también de mucho potencial en los espacios públicos. A la hora de diseñar y decorar tu restaurante o cualquier otro negocio, puedes determinar que algunas de las paredes del local (incluidos los baños) se vistan de un diseño o un acabado acorde al estilo del espacio, siguiendo una misma línea cromática o, por contra, buscando un efecto rompedor que llame la atención al cliente cuando entre.

Y es que la importancia de la imagen en un espacio público es crucial para conseguir parte de su éxito, tal como te explicamos en el ABC de los proyectos Contract.