Cómo integrar el televisor en el interiorismo del salón

No podemos negar que los actuales televisores se han convertido en centros de entretenimiento en sí mismos, sobre todo desde que permiten la conexión a Internet y sirven de amplificadores de los contenidos de nuestros dispositivos móviles. Sin olvidar la amplia oferta de cada vez más plataformas que tienen a miles de espectadores enganchados a sus propuestas televisivas, algo que se ha incrementado exponencialmente a raíz del confinamiento de este año. Además, infinidad de viviendas disfrutan de la experiencia del llamado Home Cinema.

Por toda esta revolución tecnológica vinculada a los televisores, este elemento forma parte de la rutina diaria de muchas personas y lo que se hace es buscarle su propio lugar dentro del conjunto de piezas que conforman, en este caso, el salón.

Está claro que el tándem televisor-sofá es indisoluble en el proyecto de interiorismo de un salón. De ahí que hay que establecer, primero, dónde se colocará la pantalla para después determinar el espacio que ocupará el sofá; la forma, tamaño, etc. del cual dependerá de la superficie que dispongamos en la estancia. Puedes tomar nota de nuestros mejores consejos para la decoración de salones pequeños.

Más importante que el diseño del asiento es la distancia que debe guardar respecto al monitor y esto viene determinado por el tamaño de éste, medido en pulgadas. Las recomendaciones hablan de que debe haber una separación de 50 cm cada 10”.

Una vez tenemos establecido el lugar donde irá el televisor, el/la interiorista se plantea cómo integrarlo en el ambiente a partir del estilo decorativo de la vivienda. Salta a la vista que todos los equipos tienen el mismo aspecto (una pantalla negra plana), por lo que de lo que se trata es de jugar con el estilismo más acertado a la hora de enmarcarlo.

Lo cierto es que hay muchas opciones, tantas como gustos decorativos, aunque se parte de dos referencias básicas como son el simple hecho de apoyarlo sobre un mueble o el tener el televisor colgado. La primera opción es la más sencilla, pero la segunda ya requiere de una instalación más compleja que implica tener en cuenta el peso del equipo para el anclaje, así como la decisión de que pueda moverse o no.

En cualquiera de los casos, no hay que olvidar nunca que lo ideal es que el televisor esté situado a unos 85-100 cm del suelo, que viene a ser la altura de los ojos. Y también que todos los cables deben estar ocultos para una visión limpia de esta zona del salón.

Hemos hablado del punto focal que representa el televisor en el salón, teniendo en cuenta que todas las líneas visuales convergen en él a efectos de distribución del mobiliario. Pero también es verdad que ese punto focal puede conllevar otra función, por ejemplo, como elemento separador. ¿Esto que significa?

Lo habitual es colocar el televisor junto a una pared, es decir, se elige uno de los muros del salón para situar el mueble -sea del tipo que sea- que enmarcará la pantalla. Pero otra opción válida también es la de hacer que ese mueble haga de separador entre ambientes abiertos colocándolo en el centro de la estancia para, por ejemplo, dividir la zona del salón respecto a la del comedor.

Y en este sentido también hay muchas opciones para el citado mueble, aunque éste ha de ser menos voluminoso y más ligero que el que pondríamos en la pared del salón.

Si tomamos como referencia la opción más generalizada de situar el televisor en una de las paredes del salón, las posibilidades de cómo crear su entorno son muy diversas y hay que tener en cuenta el estilo decorativo general. Hay quien lo cuelga directamente en la pared, sin más, o también se puede crear una hornacina de obra o de otro material en la que insertarlo.

Lo más habitual es contar con algún mueble. Dentro del trabajo que desempeña un interiorista está el de diseñar mobiliario a medida del proyecto que, en el caso de incluir el televisor, ayudará a integrar más y mejor si cabe la pantalla, facilitando la ocultación de todas las instalaciones de cableado. Además, se puede decidir con el cliente si este mueble debe incluir otras piezas como estantes, huecos con o sin puertas, etc. que aporten funcionalidad y estética a esta zona del salón.

Si se ha diseñado este mueble a medida, también será más fácil que se integre en el conjunto de la estancia donde pueden incluirse otros elementos fabricados ex profeso que sigan los mismos acabados.

Si aún después de todas estas ideas, eres de los que no le gusta que se vea el televisor, también puedes ocultarla mientras no lo utilices, aunque ahí sí que deberás recurrir a un diseño a medida. El mejor consejo es que dichos paneles o puertas correderas formen parte del propio mueble para que la integración sea total y casi cueste adivinar que ahí detrás está la pantalla. También puedes hacer que dichos paneles sean un cuadro que se parta en dos a la hora de querer ver la tele, una original propuesta que sorprenderá a tus invitados.

Además del mueble -a media o no- que envuelva el entorno del televisor, también puedes incluir otros elementos muy propios del salón, como puede ser una chimenea. Las de gas se pueden colocar perfectamente cerca de la pantalla creando un foco alineado entre ambas piezas que genere una armonía visual en el ambiente. Si te animas a incluirla, no dejes de leer las 5 claves para elegir tu chimenea.

Qué duda cabe que para disfrutar de una buena sesión frente al televisor es muy importante cuidar todo el ‘atrezzo’ que debe acompañar el momento, es decir, elegir un buen sofá y contar con una cuidada iluminación, adecuada para cada uso. En este sentido, no te pierdas los consejos clave para iluminar el salón comedor.

Y si lo necesitas, interioristas en Barcelona, autores de todos los proyectos que ilustran este post donde el televisor se muestra con estilo y se integra perfectamente en los salones como el elemento imprescindible que ya representa en nuestras casas.

Fotografías: ©Mercè Gost