Cabecero de cama. ¿Sí o no?
Pocas piezas de un dormitorio son tan versátiles como el cabecero. Pese a su ubicación tan concreta, la gran variedad de opciones que presenta lo convierten en un elemento que da muchísimo juego, tanto a efectos de decoración como de funcionalidad. Por tanto, puede decirse que el cabecero representa en sí mismo una pieza de gran creatividad que hay que tener muy en cuenta a la hora de proyectar un dormitorio.
Si hablamos de fabricación es una pieza indispensable para cualquier marca de mobiliario de dormitorios y se incluye en la mayoría de catálogos formando parte de las diversas colecciones y para ello el cabecero se presenta en los más diversos acabados: madera, forja, textil, ratán, etc. o combinados, dependiendo del estilo decorativo.
Un cabecero hecho por ti
Pero no hay que olvidar su potencial también dentro del mundo del ‘hand made’ permitiendo jugar con diferentes materiales y técnicas para personalizar tu propio cabecero. Algunas de estas técnicas, incluso, permiten crear un cabecero que no existe, es decir, no habiendo pieza como tal física, la simulan, por ejemplo, pintándolo. Lo más habitual suele ser el reciclaje de viejos materiales.
Y luego también está la opción de no tener cabecero, ya que tampoco es imprescindible y hay muchas personas que prefieren no enmarcar la cama con este elemento. Eres libre de querer revolucionar tu dormitorio con una cama sin cabecero, claro que sí!
Izquierda, proyecto del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project (©Mercè Gost). Centro, imagen de la revista AD (©Montse Garriga). Derecha, de Pinterest.
La madera de siempre para cabeceros muy diferentes
Conscientes que el cabecero puede considerarse una pieza con vida propia, formando parte o no del resto de muebles del dormitorio, vamos a darle su protagonismo en esta primera parte del post mostrando diferentes opciones con un denominador común: la madera.
Es el material tradicional por antonomasia a la hora de hablar de muebles y presume de las características necesarias en un dormitorio como son la calidez, el confort y la elegancia, pero un cabecero de madera puede presentarse con las más diversas apariencias y con ello delimitarse para un estilo u otro de dormitorio. Esto ya depende del gusto de cada persona.
De izquierda a derecha, imágenes de Booking (JW Marriott Dessert Springs Resort & Spa), revista El Mueble y revista AD (©Manolo Yllera).
Tapizar el cabecero, un clásico muy demandado hoy
El cabecero de madera también se puede vestir o tapizar con distintos textiles (tela, terciopelo, polipiel, etc.) y optar por diferentes acabados, ya sea de apariencia lisa, acolchada, con el clásico capitoné o decorado con tachuelas. Puede resultar más tradicional pero sigue estando entre los preferidos, aunque se puede jugar con los colores para rebajar ese toque clásico
La estética contundente de un cabecero tapizado puede servir, además, para enmarcar la cama, ya sea siguiendo la línea longitudinal de ésta o yendo más allá en un plano horizontal abarcando las mesillas de noche. Con esta segunda opción, visualmente se integra todo el conjunto de muebles que forman parte de la cabeza de la cama.
Las tres imágenes corresponden a diferentes proyectos del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project (©Mercè Gost).
Cabecero exento o de obra, anota sus ventajas
No nos cansamos de insistir en que ante la elección de incorporar el cabecero en el dormitorio, podemos hacer que destaque acaparando todas las miradas o que, por contra, adopte un papel más discreto.
Y en eso van a influir muchos factores, como el material, los colores, el tamaño, las texturas, etc. Además, como pieza exenta tiene la ventaja que se puede ‘quitar y poner’ o cambiar cuantas veces queramos y con ello sentir que estrenas dormitorio. En el caso de los cabeceros de obra esto es inviable pero tiene la ventaja que ofrece mucho juego decorativo con los accesorios (jarrones, velas, figuras…) y pueden incluso integrar las mesillas en un hueco y ofrecer un plus muy práctico.
De izqda. a drcha., imágenes de Pinterest (Zanotta), de Decoralia y de la revista El Mueble (Maïnities).
Cabeceros especiales que enamoran
Si quieres ir más allá y darle a tu cabecero el protagonismo que crees que se merece, en estos casos se suele recurrir a piezas diseñadas a medida, ya sean como mobiliario o de obra. Además, se suele aprovechar el caso para buscar un plus de funcionalidad, ya sea haciendo que incluya una parte para almacenaje, creando en un único espacio dos ambientes o apostar por un baño integrado en el dormitorio.
Las opciones son infinitas y cada dormitorio es un mundo; el único límite es la creatividad y el buen gusto y para eso te has de dejar asesorar por un profesional, ya que dentro del trabajo que desempeña un interiorista, está el de diseñar piezas a medida como éstas.
De izqda. a drcha., imágenes de Pinterest (Behance), Pinterest (Ruheca) y del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project (©Mercè Gost).
Y si eres de los que no quieren cabecero…
Pues estás en tu propio derecho, ¡faltaría más! Porque eres de los que piensa que como pieza práctica el cabecero no te aporta nada y como decorativa, prefieres buscar otros elementos para esta zona que enmarca tu cabeza mientras duermes. Puede ser un cuadro, unas estanterías o directamente la propia pared que decoras con pintura, papel mural o un revestimiento estampado.
Izqda, foto de la revista El Mueble. Centro, de la revista AD (©Montse Garriga). Y drcha, proyecto del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project (©Mercè Gost).
La pared del cabecero también requiere atención
Haya o no cabecero, la pared que protege la parte superior de la cama tiene un valor visual muy potente, si bien es cierto que hay que saber buscar un equilibrio para no sobrecargar. Quienes quieren sacarle partido a esa pared, saben que han de elegir un cabecero discreto, con el fin de darle el protagonismo a ésta, aunque se puede jugar con el contraste cromático también.
Hay muchísimas opciones, desde colocar una gran fotografía a la que le tenemos un especial cariño, hasta decorar con espejos que además duplicarán la sensación de amplitud del espacio y la luminosidad. Otra opción es revestirla de madera con diferentes acabados o dejar la pared en su acabado original combinando apariencias lisas con el ladrillo visto.
Las imágenes de los extremos son de Pinterest y la del centro es un proyecto del estudio de interiorismo de Barcelona, Tinda’s Project (©Mercè Gost).
¿Quién dijo que el cabecero es una pieza aburrida, sin sentido y pasada de moda? Si conoces a alguien que piensa así, recomiéndale la lectura de este post. En general, todos los temas de nuestro blog tienen ese extra de contenido de valor del que siempre puedes sacar algo provechoso. ¡Te animamos a que lo añadas a tus favoritos!